miércoles, 21 de enero de 2009

EN LA CIUDAD SIN LÍMITES, DE ANTONIO HERNÁNDEZ. CAMBIAR EL PASADO.


Todos guardamos momentos del pasado que quisiéramos cambiar de un modo u otro, pero pocos pueden atormentar tanto como los que apuñalan el alma de Max (Fernando Fernán Gómez), enfermo de cáncer, a punto de morir, pero cuya mente vuelve al pasado para intentar reparar un error que llevó a un amigo a las cárceles franquistas durante un buen número de años. Con gran sufrimiento y creyendo que existe una conspiración en su contra recabará la ayuda de uno de sus hijos (Leonardo Sbaraglia)

Es muy loable el intento de Antonio Hernández por crear algo nuevo, dotar a su película de una atmósfera de misterio (pues no es hasta muy avanzado el metraje cuando conocemos más o menos lo que ocurre) reflejada muy bien en unas acertado uso de la ciudad de París, donde transcurre casi toda la historia, que en cierto modo es como un personaje más.

Entre los desaciertos, creo que Leonardo Sbaraglia no es idóneo para el papel, está desorientado durante gran parte del metraje, sonrie a destiempo... y del resto de actores hay que destacar a la siempre destacable Adriana Ozores, que borda su papel de mujer borde (nunca mejor dicho) y fatal, en el peor sentido del término.

Una película muy interesante, sobre todo por lo que tiene de propuesta novedosa y compleja.

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