viernes, 14 de enero de 2011

REVOLUCIÓN EN LA LECTURA: MI PRIMER E-BOOK.


Ignoro si algún lector habrá echado en falta la regularidad de mis artículos, pero ciertamente llevaba sin escribir demasiados días. Existe una razón: los Reyes se han portado muy bien conmigo (debí ser más bueno el año pasado de lo que pensaba) y me han dejado el regalo soñado: un e-book sony, por lo que he estado todos estos días familiarizándome con él (y descargando cientos de libros, por qué no decirlo).

Se trata de una solución increible para las personas que, como yo, amantes empedernidos de la lectura, no tenemos ya espacio para guardar los libros. Hasta ahora he almacenado unos novecientos en el dispositivo, y todavía no da señales de que haya agotado su capacidad. Según la publicidad, caben unos mil doscientos. A partir de ahí, se pueden comprar tarjetas de memoria, por lo en realidad las posibilidades de almacenaje son infinitas.

Ya he realizado la prueba de fuego. Terminé de leer el libro con el que estaba en ese momento (Travesuras de la niña mala, de Vargas Llosa) en el dispositivo. Y la experiencia ha sido memorable. Es lo mismo que leer en papel, porque no emite luz alguna. Incluso resulta más cómodo que el formato tradicional en algunas características: el e-book apenas pesa y el tamaño de letra puede ajustarse a gusto del consumidor. Además, lleva incorporada la posibilidad de leer mp3, por lo que se puede mejorar el placer de la lectura con la escucha de nuestra música favorita.

Aunque ciertamente esta es una tecnología que comienza a desarrollarse, el e-book de Sony ofrece otras características que han hecho las delicias de un aficionado a la lectura como yo: la posibilidad de subrayar los textos y de tomar notas. Además, puede uno organizar los libros como le plazca. El funcionamiento respecto a la conexión con el ordenador se asimila al de un pen-drive: aparece la carpeta del e-book y uno puede añadir los archivos que desee desde el equipo.

Desde luego, todo esto no quiere decir que vaya a abandonar la lectura tradicional, pero ahora no me da miedo compatibilizarla con la electrónica. Me sumo al bando de los que opinan que esta nueva forma de lectura es revolucionara y ha llegado para quedarse. Toda la tecnología que fomente la cultura es positiva. No creo que llegue a acabar con el libro de papel, pero poco se irá convirtiendo en un objeto de coleccionista. Piensen en el destino que ha tenido el vinilo.

Estas son mis primeras impresiones, con la emoción del primer momento todavía a flor de piel. Si los que dudan en comprar este aparatito quieren mi opinión, yo les diría: adelante. El precio es irrisorio comparado con sus prestaciones. Ya les iré informando de nuevas experiencias.

7 comentarios:

  1. Esto es un post, o un anuncio de sony?.
    Ja, ja, ja.
    Dios, lo que se pierde Sony por no ficharte.

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  2. Bueno, si Sony tiene a bien darme una comisión, bienvenida sea...

    Saludos.

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  3. Ya no quedan románticos...En fin, supongo que si no puedes con el enemigo, ya se sabe...
    Un abrazo Miguel.

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  4. Ya decía yo que llevabas muchos días sin actualizar...

    Me alegra mucho que sepas sacarle todo el partido a tu estupendísimo regalo de reyes, supongo que serás uno de sus mejores usuarios.

    Un abrazo
    L;)

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  5. Ya se que con la nueva tecnológía no se puede competir , pero todavía no estoy muy convencida de los aparatitos estos .
    No echaremos de menos el tacto y el olor a papel nuevo de un libro ; tener que recargar el Sony y no poder leer si se te ha olvidado hacerlo .No se , no se !
    Pero , como veo que disfrutas , te deseo buenas lecturas .

    Besos desde Málaga.

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  6. Tiene pinta de calculadora de bolsillo. Cuando cueste lo mismo, me lo compraré. De momento, yo ya leo bien en el portátil.
    En cuanto a lo de la posesión de los libros (sus cuerpos de celulosa) la verdad es que yo me deshago de ellos sin mayores problemas, así que no tengo impedimento psicológico para leer en pantalla.

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  7. Por supuesto, Francisco, cada cual tiene una relación distinta con los libros. Hay a quienes nos gusta (exageradamente) acumular y gozar de una amplia variedad de títulos a la hora de elegir una lectura y a quien le es indiferente regalar libros. El Babelia de la semana pasada traía un magnífico reportaje acerca de la relación de los escritores con sus bibliotecas.Como ya dije antes, que haya llegado el e-book a mi vida, no quiere decir que vaya a prescindir, ni mucho menos, de mi viejo amigo el libro de papel. Solamente recuerdo una reflexión de Ortega y Gasset que acomodo a mi gusto: "Lo que antes no solía ser problema empieza a serlo casi de continuo: encontrar sitio."

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