lunes, 4 de julio de 2011

WHO´S THAT KNOCKING AT MY DOOR. (1967), DE MARTIN SCORSESE. MACHISMO ITALOAMERICANO.


Descubrir las primeras obras de los grandes cineastas es un ejercicio muy interesante. Hace algunos años lo hice con Stanley Kubrick visionando "El beso del asesino", que, igual que este "Who´s that knocking at my door" está obviamente muy por debajo de sus grandes obras maestras, pero ya se pueden advertir algunos de los elementos característicos de su cine.

Lo primero que llama la atención en esta primera obra de Scorsese es lo bien que está rodada, el buen manejo de la cámara y la experimentación constante, la libertad creativa de quien tiene muchos proyectos en mente y aprovecha su primer rodaje comercial para ir definiendo su cine. Ya aquí están patentes algunas de las obsesiones que posteriormente poblarán su filmografía: la educación de los jóvenes italoamericanos que deben salir adelante en un ambiente neoyorkino altamente competitivo: como explicará más tarde Scorsese, muchos de estos muchachos que aún conservan casi intacta su inocencia y que en su vacío existencial solo piensan en juergas nocturnas y en practicar sexo con mujeres más experimentadas, caerán bajo el influjo de la mafia.

"Who´s that knocking at my door" también servirá para hacer debutar a un jovencísimo Harvey Keitel, que interpreta con solvencia a un muchacho que no tiene claras sus aspiraciones, pero cuya relación con una chica mucho más centrada que él, con mejor formación, hará desencadenar todas sus defensas en forma de un machismo exacerbado que divide a las mujeres en vírgenes y putas. Todavía es pronto como para que la sangre llegue al río, pero estas ideas tan arraigadas acaban provocando tragedias. La virtud obligatoria de las mujeres y la virilidad de sus maridos, que casi por obligación deben demostrar, si quieren ganar prestigio en el grupo, que son machos alfa en potencia, forman un cóctel difícil de manejar.

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