lunes, 20 de febrero de 2012

AVENTURAS DE ARTHUR GORDON PYM (1838), DE EDGAR ALLAN POE. EL ESPEJO DEL MAR.


Leí esta novela por primera vez en la época en la que devoraba a Julio Verne, por lo que su temática me atrajo desde el primer momento. Sabía que Poe era escritor de relatos de terror, pero lo que encontré aquí me pareció un Verne pasado por el tamiz de lo siniestro. El protagonista narraba en primera persona sus aventuras, que a mis ojos eran un conjunto de desgracias a cual más despiadada. El muchacho era atraído por la promesa de aventuras que le ofrecía el mar y se embarcaba, con la complicidad de un amigo, en un barco como polizón, sin sospechar lo que le espera.

Ya desde el principio advertimos el gusto de Poe por los espacios cerrados y asfixiantes, por el terror de ser enterrado en vida. La bodega del barco, un peligroso laberinto de fletes y cajas va a ser el primer hábitat de Arthur, mientras en el exterior, sin que él lo sepa, se desarrolla un motín. Los mejores momentos del libro se dan con la descripción de los padecimientos de los supervivientes en un barco a la deriva sin agua, comida ni provisión alguna, unos capítulos que logran angustiar al lector casi tanto como a sus personajes, a los que se fustiga hasta el punto de hacerles creer que van a ser rescatados, cuando en realidad se cruzan con un auténtico barco fantasma...

La última parte de la novela abunda más en lo fantástico y en cierto modo podría estar firmada por el Joseph Conrad de "El corazón de las tinieblas", al que seguramente influyó esta novela. Los marineros se alejan cada vez más de la civilización y entran en contacto con un pueblo primitivo que no es lo que parece. Como curiosidad decir que en Nantucket, importante puerto ballenero, también comienza el viaje de la tripulación que intenta capturar a Moby Dick en la novela de Herman Melville. Además, esta novela influyó tanto en Julio Verne (sus descripciones de los estados del mar, de los aparejos de navegación, de latitudes y longitudes) que escribió una continuación, "La esfinge de los hielos", que algún día leeré y comentaré por aquí.

A mi parecer, la novela se mantiene tan perturbadora como la primera vez que la leí. Si acaso, está un poco descompensada en algunas partes, demasiado prolijas en descripciones, pero este es un defecto menor en un clásico incontestable.

2 comentarios:

  1. Miguel desde luego que esta novela logra atrapar al lector y transmitirle la angustia de sus personajes por las adversidades. Aún sigo sin entender muy bien el final, lo releeré de nuevo.

    Abrazos

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  2. Estoy de acuerdo en lo que dijo Francisco: el final es muy bueno, deja a lector apabullado por el misterio y usando su imaginación para intentar averiguar que pasa después...

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