domingo, 4 de marzo de 2012

CHRONICLE (2012), DE JOSH TRANK. UN GRAN PODER CONLLEVA UNA GRAN RESPONSABILIDAD.


Cuando leo por ahí que una película rebasa las fronteras de un determinado género y es tremendamente original, tiendo a ser escéptico. Me han decepcionado tantas veces... Así que fui a ver "Chronicle" con todas las prevenciones. Pero me he encontrado con una propuesta verdaderamente fresca, una nueva vuelta de tuerca que añade realismo al género de los superhéroes, además de constituirse en un discurso acerca del poder y sus responsabilidades, algo de lo que ya hablaba Stan Lee en el primer cómic de Spiderman, allá por los años sesenta, pero que en esta ocasión adquiere un particular dramatismo muy coherente con la historia que nos ha tenido pegados al asiento durante una hora y media que transcurre como una exhalación.

El film está rodado con cámara subjetiva, que sostiene uno de los protagonistas casi durante todo el metraje, pero a veces se nos muestran otras imágenes, tanto de la cámara de otro de los personajes, como de filmaciones efectuadas en videocámaras callejeras de gasolineras o bancos, en los lugares donde transcurren los hechos. Al igual que sucedía en "Monstruoso", esta manera de rodar consigue imágenes muy realistas, con una mezcla de vídeo de youtube y crónica del telediario. La premisa de la que parte "Chronicle" es bien sencilla: tres jóvenes encuentran un extraño agujero en la tierra. Se atreven a investigar y entran en contacto con un misterioso objeto que les otorga superpoderes. Al desconcierto inicial le sigue la euforia, cuando van descubriendo las maravillas que son capaces de hacer, para las que parece no existir límites. Como jóvenes que son, lo primero que se les pasa por la cabeza es usar sus habilidades para divertirse. Estos son los mejores momentos de la cinta, cuando todavía la comedia no ha dado paso a la tragedia y como espectador me siento imbuido del mismo sentido de la maravilla con el que disfrutaba leyendo de niño los cómics de Marvel.

Pero un poder tan enorme puede corromper a las personas, hacerles creen que son los ganadores de una hipotética carrera darwiniana de selección natural entre los humanos. Este es el caso de uno de los jóvenes, el más retraído, el que sufre graves problemas familiares que acabarán afectándole, dejando que la rabia le consuma con consecuencias inesperadas. Lástima que al final la película se desmadre un poco y las últimas secuencias sean un poco confusas. Eso no desmerece los esfuerzos del debutante Josh Trank, que ha conseguido llamar la atención con una primera realización entretenida y original. Ojalá su carrera siga dándonos alegrías.

2 comentarios:

  1. Tu comentario de la película es bueno pero siento no compartir tu opinión. Las críticas en general eran positivas, por eso me decidí a verla. Me defraudó muchísimo. La primera parte me enganchó pero el resto llegó a ser soporífero. El guión empezó a desvariar, a contar superficialmente lo que hemos visto en multitud de ocasiones y el final, en el Tibet me pareció grotesco.
    Los efectos especiales y la actuación del protagonista no fueron lo suficiente para compensar el resto.

    Me ha sucedido en otras ocasiones con películas muy alabadas, como American History X, por ejemplo. En fin, no sé, no creo que sea simplemente cuestión de gustos.

    Un abrazo
    Victoria

    ResponderEliminar
  2. Bueno Victoria, esta es una de las grandezas del cine y de la literatura: poder disentir, que cada uno elabore sus propios juicios acerca de la obra a la que se acerca y que a veces sean antagónicos. En mi caso pasé muy buen rato con "Chronicle", me pareció una propuesta fresca, original y divertida.

    Abrazos.

    ResponderEliminar