domingo, 23 de septiembre de 2012

JULIO COMIENZA EN JULIO (1979), DE SILVIO CAIOZZI. LA MORAL DEL TERRATENIENTE.


Considerada la mejor película chilena de la historia, "Julio comienza en julio" trata de temas universales: la familia y la doble moral de los poderosos. Don Julio lleva inscrito en la sangre, en los rasgos de su rostro, en sus gestos y en su comportamiento su condición de terrateniente. Es dueño y señor de sus tierras casi al estilo medieval: se considera por encima del bien y del mal. La religión católica aparece para él como un mal necesario: una institución fastidiosa pero muy útil para mantener el status quo. Las esperanzas de continuidad de la dinastía están puestas en su hijo Julio, al que bautiza como hombre al cumplir los quince años.

Y la ocasión merece que, como manda la doble moral burguesa, se organice una orgía de comida y sexo ligero. Los irreprochables padres de familia pueden por una noche comportarse como sus instintos le dictan. Ser hombre significa ser temido por la servidumbre, respetado por sus iguales y  poder emborracharse y servirse de las mujeres públicas a gusto, para el día siguiente volver a la convencional vida familiar sin reproche alguno. Mientras se celebra la fiesta, unas monjas cuidan a una tía moribunda: acechan como buitres lo que les pueda caer de herencia  y hacen oídos sordos a las cosas de don Julio, baluarte de la institución familiar, que quiere iniciar a su hijo Julito en sus costumbres, hacer de él un retrato de sí mismo, para que, cuando falte, todo cambie para que todo siga igual.

Con lo que no contaba el patriarca es con la rebeldía de Julito, al que se ocurre nada menos que enamorarse de una prostituta, con la que se ha acostado con su beneplácito. Ahora su misión es devolver a su hijo al camino correcto, sacarle de su confusión, explicarle que ese tipo de mujeres se pueden utilizar, pero no se debe llegar más lejos con ellas. De cara al exterior, la mujer propia ha de ser religiosa, discreta y de buena familia. Y, sobre todo, tolerante con los desahogos del marido. Julito deberá comprender esto y la lección que recibirá será inolvidable...

Rodada con poquísimos medios, "Julio comienza en julio" constituye una muestra ejemplar de cine social, una crítica demoledora de la hipocresía de las instituciones tradicionales y de sus miembros más destacados. A la figura de don Julio se contrapone la del profesor particular de Julito, que representa la verdad de la ciencia y el progreso, al que nadie es capaz de escuchar en serio y que termina siendo cruelmente ridiculizado. Los mecanismos ancestrales que sostienen las injusticias sociales siempre cuentan con resortes para mantenerse, como bien demostró el golpe de Estado de Pinochet, ejecutado en la época en la que se realizó el film.

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